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Los anfibios - tales como ranas, sapos, salamandras, tritones y cecilias - están entre los más antiguos de todos los vertebrados terrestres. Y parece que cada vez más, también entran en la lista de los animales en peligro.
¿Por qué? Por un lado, los anfibios, más que cualquier otro grupo de vertebrados terrestres, dependen íntimamente del agua. Sus huevos se secan en la tierra, y sus larvas (como renacuajos) son a menudo acuáticas.
En todo el planeta, los ecosistemas acuáticos están siendo - a una velocidad alarmante - destruidos y degradados por la contaminación, las presas, la canalización de los ríos, la introducción de depredadores y competidores, y de enfermedades.
Más allá de esto, los anfibios parecen inusualmente vulnerables a las enfermedades exóticas. El agua, de la que dependen, es un medio excelente para la trasmisión de patógenos.
Combine este rasgo con nuestra sociedad moderna hipermóvil - donde los organismos exóticos se están moviendo por todo el planeta a la velocidad del rayo, a menudo por accidente - y usted tiene los ingredientes para un Armagedón ambiental.
Por ejemplo, hace unas décadas, un misterioso hongo quítrido apareció de repente y arraso como un tsunami a través de Australia, América Latina y partes de Asia y Europa, con un efecto mortal.
En total, unas doscientas especies de ranas y salamandras se han reducido a niveles catastróficos o se han extinguido por la enfermedad fúngica (en particular, el director ALERT Bill Laurance y sus colegas hicieron algunos de los primeros trabajos sobre los impactos del patógeno).
Ahora, hay una nueva amenaza. Virus exóticos han aparecido, que parecen estar dirigidos a varias especies de anfibios. Esto es alarmante, ya que los virus suelen ser específicos para una especie en particular.
Un virus que pueda atacar varias especies al tiempo podría ser catastrófico para los anfibios. Normalmente, un virus muere después de que mata a la mayoría de los individuos de su especie huésped, porque el anfitrión llega a ser tan raro que el virus ya no se transmite con éxito.
Sin embargo, un virus de múltiples especies es diferente. Una de sus especies huésped podría ser reducida en gran parte, pero el virus aún puede prosperar en una especie diferente. Un virus de este tipo puede conducir una especie completamente a la extinción, debido a que persiste en el ambiente incluso cuando uno de sus anfitriones se vuelve peligrosamente raro.
Eso es exactamente lo que parece estar ocurriendo ahora en Europa. Al menos dos nuevos tipos de ranavirus están plagando las ranas y las salamandras, causando una muerte masiva de varias especies de anfitriones a la vez.
Los virus inducen una hemorragia en las ranas, creando llagas abiertas y matando los tejidos de sus extremidades.
Es alarmante, incluso los reptiles podrían verse afectados; una serpiente que se comió una salamandra infectada murió poco después, al parecer a causa del virus.
Tales acontecimientos sugieren que una de las características más dañinas de la humanidad moderna podría ser nuestra tendencia a mover organismos exóticos por todo el planeta. Las especies se han adaptado a los ecosistemas antes de que un nuevo patógeno aparece, después de unos siglos o milenios. Ahora están llegando a un ritmo que es muchísimo más alto que de costumbre.
No es raro que los anfibios - entre los más antiguos habitantes de la Tierra - estén teniendo dificultades para sobrevivir a esta terrible embestida.
Fuente:
Bill Laurance. ALERT conservation.
Traducido por Carol Garzon-Lopez
Foto:
Ranitomeya sirensis, Rana Venenosa Sira, en habitat. Lista Roja UICN : En peligro. Departmento Huanuco, Perú.
Brad Wilson