Coloración de advertencia en ranas venenosas, clave en la especiación y diversificación de cantos
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El canto de cortejo de las ranas macho puede ser una estrategia exitosa para atraer hembras, pero a su vez los expone a depredadores. Ante este riesgo, los machos usan varias estrategias reducir las probabilidades de depredación, las cuales incluyen:
- Cantos de difícil detección por los depredadores (tonos altos)
- Cortejos en horarios en los que la visibilidad es mínima (nocturnos)
- Coloración críptica para asemejarse al ambiente y disminuir las posibilidades de detección
- Coloración aposematica como alerta sobre algún mecanismo de defensa (e.j. toxicidad).
Sí, como en el caso de las ranas venenosas, la coloración aposematica resulta en que los depredadores relacionan los cantos con algo desagradable y por lo tanto evitan zonas donde se producen estos cantos, entonces los machos pueden desarrollar una mayor diversidad en sus vocalizaciones, sin correr el riesgo de ser depredados, con el fin de aumentar las posibilidades de atraer hembras. Esta hipótesis plantean Juan A. Santos y colegas, en un estudio que saldrá en el ejemplar de diciembre de la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences. En este estudio, se combinó el análisis estadístico de una base de datos, con más de 16,000 cantos y datos moleculares, de más de 150 especies de ranas venenosas de la familia Dendrobatidae. Los análisis demostraron que las ranas con coloraciones llamativas producen cantos en tonos más bajos que otras ranas con coloraciones menos llamativas. También encontraron que las especies con coloración aposematica se diversificaron más que las especies con coloración no aposemática.
Esta interesante investigación demuestra la importancia del estudio de las interacciones presa-depredador en la ecología y evolución de los anfibios y representa un avance importante en la comprensión de la evolución de las estrategias de defensa en estos animales.