Desde España. Aves parasitadas por otras aves: ¿generosidad o confusión?
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En un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada (España) demuestran que una ave de la familia de los córvidos, la urraca (Pica pica), alimenta a los polluelos de críalo (Clamator glandarius) que parasitan su nido y a sus propias crías por igual, incluso una vez que estos han abandonado el nido.
El estudio dirigido por el catedrático Manuel Soler y publicado en la revista PLoS ONE constaba de tres experimentos.
En el primero, se capturaron y marcaron con radiotransmisores polluelos volantones de críalo que fueron trasladados a zonas de cría diferentes en las que habían nacido. Todos ellos sobrevivieron, implicando esto que fueron alimentados por otras urracas que no eran sus madres adoptivas.
En el segundo experimento, los investigadores colocaban un críalo disecado junto a un reclamo que simulaba las peticiones de un pollo. La conducta generalizada fue que las urracas respondían con agresividad hacia él, excepto en aquellas áreas en las que los córvidos estaban criando a los críalos. En estos casos, no sólo no presentaban agresividad sino que además algunas veces estaban dispuestas a alimentar al críalo disecado.
Y en el tercer experimento se realizó el seguimiento de urracas marcadas, distinguiendo cuatro supuestos con respecto a los patrones de cría (composición de la nidada): urracas que habían criado sólo críalos, urracas que habían criado sólo urracas, urracas que habían criado críalos y urracas, y urracas que habían perdido toda la nidada por depredación. El experimento demostró que todas las urracas que cebaron a un críalo que no era suyo eran las que en sus nidos sólo habían alimentado a críalos.
Estos resultados son cruciales para entender la carrera armamentística en el mundo de la co-evolución entre las nidadas con polluelos parásitos y sus hospedadores ya que los datos muestran que la presencia de los pollos en el nido del hospedador es la clave del éxito para los polluelos volantones que ya han dejado el nido. Este estudio supone un gran avance en el conocimiento y abre numerosas preguntas a resolver sobre los mecanismos de aprendizaje y el multiparasitismo.