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Ocho millones de toneladas al año. Esta es la cifra actual de plástico que llega a los océanos.
La historia del plástico de manera paradójica, se relaciona con la conservación de la naturaleza. A finales del siglo XIX, Phellan y Collander los fabricantes de las bolas de billar de marfil, convocaron a un concurso por $10000 dólares a quien inventara un material que pudiera sustituir el utilizado, pensando en la conservación de los elefantes que ya en esa época se encontraban amenazados. Fue cuando los hermanos Isaías y John Wesley Hyatt inventaron el celuloide a partir de la celulosa vegetal.
Desde el inicio de los años de 1950 la producción y usos del plástico se ha incrementado de manera exponencial. En la actualidad, los residuos de plástico son un problema importante de contaminación no solamente en los océanos. El problema con este material radica en que sus propiedades, las mismas que lo hacen versátil y popular, no permiten su degradación de manera natural. El 33% de los plásticos que usamos: bolsas, botellas, lapiceros, material médico y quirúrgico, tienen un solo uso tras lo que se desechan convirtiéndose tras muchos años en micro y nano partículas con ayuda del oxígeno y la radiación UV.
En el Océano Pacífico desde finales de la década de 1990, se detectó una masa flotante de un área similar a la de Ecuador y Perú juntos. Esta masa está conformada básicamente por residuos sólidos provenientes de las costas. Desafortunadamente, esta Isla de Basura, cómo la han llamado los científicos, no es la única ya que otras cuatro más están distribuidas en otros océanos. Estas acumulaciones se han formado por el arrastre de residuos plásticos no biodegradables a través de los giros oceánicos (sistema de corrientes marinas rotativas) que se presentan en el océano Pacífico. La NASA ha creado una visualización de los movimientos de partículas que llegan al mar para que puedas ver la formación de las islas plásticas en el Pacífico.
El problema mayor asociado a estas islas es la concentración de micro-plásticos y nano-plásticos en la columna de agua. Estas partículas alcanzan tamaños máximos de 5mm ¡Pero NO desaparecen! La preocupación de la comunidad científica, de organizaciones no gubernamentales y de los gobiernos, radica en el impacto sobre la vida marina de estas partículas.
Muchas especies marina tales como esponjas, moluscos, crustáceos, ballenas y tiburones, son filtradoras, lo que quiere decir que se alimentan reteniendo partículas en suspensión en el agua. De manera natural las partículas filtradas son micro-algas, protistas y algunas larvas, sin embargo, los organismos no tienen la capacidad de diferenciarlos de las partículas de micro y nano-plásticos que al ser ingeridas pueden causar intoxicación de tejidos y obstrucciones en los sistemas de filtración. En la actualidad se realizan investigaciones que buscan determinar el impacto de esta ingestión sobre organismos no solo habitantes de los primeros metros de la columna de agua sino de aquellos presentes en las profundidades. Lee más aquí.
¿Te has preguntado qué pasa si el pescado que consumes se alimenta de plástico?
Diversas estrategias están siendo planeadas y ejecutadas por los gobiernos a nivel mundial. En algunos países de Europa y en estados de Estados Unidos, por ejemplo, el uso de las bolsas plásticas ha sido prohibido. En Latinoamérica, algunas de las estrategias se resumen a continuación:
El 28 de abril de 2016 por medio del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, se promulgó la Resolución No. 0668 “por la cual se reglamenta el uso racional de bolsas plásticas y se adoptan otras disposiciones”. Esta Resolución indica que todos los distribuidores de bolsas plásticas tales como los almacenes de cadena, grandes superficies comerciales, farmacias de cadena, deben regular el uso de éstas, distribuyendo a partir de diciembre de 2016, únicamente bolsas con tamaños que superen los 30 cm x 30 cm que lleven en un área superior al 10% un mensaje ambiental en el que se recalque su uso racional. Adicionalmente, los distribuidores de bolsas tienen que ofrecer a los compradores opciones adicionales de almacenaje de mercancías tales como bolsas re-utilizables, canastos, carros, morrales, entre otros. Esta Resolución también indica que los distribuidores mencionados pueden incluir cobros por las bolsas de plástico a sus clientes.
Desde hace casi seis años en la Ciudad de México una de las urbes más pobladas del mundo, entró en vigor una enmienda de la Ley de Residuos Sólidos Urbanos, por la cual se prohíbe la entrega de bolsas plásticas no biodegradables de manera gratuita en los comercios. Sin embargo, en la actualidad, al parecer existen problemas técnicos (principalmente asociados con la calidad de “bio-degradable que no se ha podido definir) que impiden que el programa ambiental prospere de manera adecuada. Existen campañas de reciclaje de algunos plásticos tales como el politereftalato de etileno, conocido comúnmente como PET. Este es el material de las botellas de refrescos, agua y otras bebidas. En México se recicla este material en porcentajes superiores al 60%. Los planes lanzados para recuperación del PET, incluyen incremento en el valor de estos residuos, en 2014 un kilogramo de PET se compraba por 0.18 dólares.
Por medio de la Ley para la Gestión Integral de Residuos (N.º 8.839) publicada el 13 de julio de 2010, en Costa Rica se regula la producción, manejo y disposición final de residuos. Un proyecto de ley en curso, propone agregar un artículo a la ley mencionada, por medio del cual se prohíba la entrega de bolsas pláticas y no biodegradables al consumidor final en supermercados y demás establecimientos comerciales. Además, se contempla la oferta de alternativas ecológicas para el almacenamiento y transporte de los productos.
A principios de diciembre de 2016, la vicerrectoría de la Universidad de Costa Rica, puso el ejemplo a Latinoamérica al prohibir el uso de estereofón, icopor, o unicel, dentro de las instalaciones de la institución educativa de todo el país. Además, promueve el uso de otro tipo de materiales tales como cartón u otros derivados de fibras naturales. El Ministerio de Salud ofrece a los costarricenses programas de educación e información ambiental en el sitio de la Ley 8839.
Lo más importante es adquirir conciencia del problema. Infórmate sobre las diferentes maneras de reciclar y reducir el uso del plástico. Piensa más de una vez si es realmente necesario llevar una bolsa más a casa, comprar una botella de agua cada vez que sales a la calle. Utiliza productos que puedas re-utilizar y cuéntale a tus amigos y familia las consecuencias para el planeta de seguir fomentando la industria del plástico.
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