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El debate del "no invertir": ¿Es correcto sacar provecho de las corporaciones que asesinan el clima?

Los inversionistas han ganado mucho dinero -muchísimo dinero – producto de las corporaciones que explotan o comercian combustibles fósiles contaminantes. A medida que el cambio climático empeora, las llamadas a poner fin a este tipo de inversiones crece. Aquí, el conservacionista australiano Wayne Branden, describe el caso de dejar de invertir(desinvertir)en las empresas que se benefician mientras el planeta arde:

 

"Si destruye el clima, entonces es malo beneficiarse de esa destrucción" - Bill McKibben

 

 

UNA TAREA URGENTE FRENTE A NOSOTROS

En un esfuerzo por combatir el dañino cambio climático, 195 naciones han acordado limitar el aumento de la temperatura media mundial a no más de 2°C por encima de los niveles preindustriales.

Esta cantidad de calentamiento todavía podría causar que la capa de hielo de Groenlandia se derritiera, elevando eventualmente el nivel del mar hasta siete 7 metros. Además con un aumento mayor, se estima que las cosas se pondrían mucho peor.

Para tener sólo un 50:50 de probabilidades de que los niveles de temperatura se mantengan dentro del límite, se ha estimado que el 88% de las reservas mundiales de carbón, el 52% de las reservas de gas, y el 35% de las reservas de petróleo se deben quedar en el suelo. Estas reservas no deben ser quemadas. Si se queman, los análisis sugieren que arruinarían nuestro clima.

Y a la vez, si estos combustibles fósiles no son quemados, se convertirán en activos económicos inmóviles.

Es ahí donde se establece un serio dilema, porque estamos hablando de grandes cantidades de dinero. Recientemente, los analistas de Citigroup sugirieron que el valor de los activos inmóviles relacionados con combustibles fósiles podría sumar hasta US $100 billones de dólares.

Las corporaciones mineras no quieren escuchar estas tonterías. Las empresas mineras tienen la intención de continuar con la extracción de todos los yacimientos de hidrocarburos económicamente viables, independientemente de su impacto en el clima.Estas corporaciones ya han descubierto fuentes de hidrocarburos, que sobrepasan cinco veces la cantidad que se puede quemar de forma segura sin destrozar nuestro clima. Y sin embargo, siguen gastando cientos de miles de millones de dólares al año en la exploración de más fuentes de combustibles fósiles que no deben ser quemados.

 

MUCHO DINERO, MUCHO PODER

La industria minera ejerce un considerable poder político - sobre todo en Australia y los EE.UU. - , pero también en muchas otras naciones.

Quienes se oponen a la minería en gran escala lo hacen bajo su propio riesgo. En Australia, en el 2010, el entonces primer ministro, Kevin Rudd, propuso el impuesto de Súper Ganancia de Recursos a la industria minera – industria que en ese momento obtenía beneficios masivos.

Los mineros crearon una campaña de relaciones públicas valorada en A$ 22 millones en contra del gobierno de Rudd. En sólo seis semanas, Rudd estaba fuera de su puesto, y la campaña efectivamente, destrono un primer ministro que fue elegido democráticamente.Para evitar una acción real sobre el cambio climático, las corporaciones financian grupos negacionistas de pseudo-científicos. También contratan asesores y relacionistas públicos, y donan a las campañas electorales de los políticos. De esta manera, han podido influir fuertemente en la política gubernamental y la legislación.

 

HAZ LO CORRECTO

En la lucha contra la segregación racial en Sudáfrica durante la década de 1980, la desinversión internacional y los embargos económicos ayudaron a detener el régimen, afectando sus fondos y legitimidad. La desinversión se convirtió en una herramienta poderosa en la batalla para hacer lo correcto.

La desinversión también puede reducir la legitimidad de las grandes corporaciones contaminantes. La campaña mundial para desprenderse de las industrias de combustibles fósiles ha sido liderada por una organización conocida como "350.org ". Fundada por Bill McKibben, esta organización deriva su nombre del nivel de dióxido de carbono atmosférico considerado como seguro, 350 ppm.

Recientemente, el periódico The Guardian se ha asociado con 350.org para ejecutar su propia campaña llamada "Guárdalo en el suelo" - un esfuerzo para avanzar en la iniciativa de desinversión.

Esta desinversión puede llevarse a cabo tanto a nivel personal como institucional. Grandes cantidades de dinero se mantienen en cuentas bancarias personales y de fondos de jubilación. En Australia, por ejemplo, los grandes bancos son los principales inversores en proyectos de carbón, petróleo, y gas.

En Australia, los bancos están siendo presionados para no invertir en un proyecto minero masivo que duplicaría las exportaciones de carbón. Grupos ambientalistas han presionado con éxito 12 grandes bancos internacionales a no financiar este proyecto. Recientemente, el Commonwealth Bank de Australia también retiró su apoyo - en parte debido a las presiones ambientales y en parte por la disminución de los precios del carbón.

Fondos de jubilación también se invierten en gran medida en los combustibles fósiles. A nivel mundial, alrededor del 55% de los fondos de retiro se invierten en proyectos de combustibles fósiles, mientras que menos del 2% se invierte en la eficiencia energética y energías renovables. Algunos fondos más grandes ofrecen opciones de baja inversión en combustible fósiles, y algunos fondos más pequeños no invierten en combustibles fósiles en absoluto.

El interés en la desinversión hacia combustibles fósiles es cada vez mayor, con más y más instituciones prometiendo desinversión, ya sea parcial o total. Estos incluyen el Rockefeller Brothers Fund, el Fondo de Riqueza Soberana Noruego, el Consejo Mundial de Iglesias, la Asociación Médica Británica, y The Guardian Media Group. Esta es sólo una muestra - la lista completa se puede ver aquí.

 

LAS UNIVERSIDADES TAMBIEN ESTAN SIENDO INTELIGENTES

Un número creciente de universidades - de los EE.UU., Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, y otros lugares - también se han comprometido a desinvertir, ya sea parcial o totalmente. Pero están pagando un alto precio.

En Australia - donde la minería del carbón – La Universidad Nacional de Australia se atrevió a adoptar una política de desinversión parcial en octubre de 2014. El Australian Financial Review, posteriormente publico 53 artículos atacando esta institución, 12 de ellos en primera plana.

El periódico es propiedad de Fairfax Media, que incluye entre sus accionistas a Gina Rinehart, una minera multimillonaria.Tales ataques vigorosos sugieren que la industria minera ve la desinversión como una amenaza significativa a su base de poder político.

 

CORRIENDO ASUSTADOS

De manera aislada, la desinversión es una estrategia que no puede afectar fuertemente el valor de las acciones de las empresas mineras. Sin embargo, sus efectos podrían ser potentes.

Se podría debilitar la licencia moral de los grandes contaminadores, reduciendo así su poder político. Estigmatizando la industria minera, se puede limitar su capacidad de hacer negocios y ejercer influencia política. Entonces se hace más fácil convencer a los gobiernos de mejorar sus políticas y legislación.

La ola de desinversión está creciendo. Y a medida que crece, más y más personas se dan cuenta de que el carbón, el petróleo y el gas son malas inversiones. No es sólo una fuente de ganancias que se debilita, es además una mala elección moral para nuestro planeta, nuestros hijos y nuestro futuro. 

 

Fuente: 

Bill Laurance. ALERT conservation.

Traducido por Eduardo Medina 

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