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Paisaje lunar.
Ese es el término que viene a la mente cuando uno ve este flagelo que crece en toda la Amazonía.
En el Perú. En las Guyanas. En los estados amazónicos de Brasil de Amapá y Pará.
La plaga es la minería ilegal de oro que está poniendo en peligro cada vez extensiones más grandes de la selva tropical más grande del mundo.
Varias veces ALERT ha informado sobre la minería de oro ilegal en los bosques tropicales del mundo - ver aquí, aquí, y aquí - pero es una historia que vale la pena repetir, porque es una crisis ambiental que sigue en aumento.
En Perú, por ejemplo, la velocidad de destrucción de los bosques por la minería ilegal se ha triplicado desde 2008.
En la Amazonía, como en otras partes, la minería de oro no solo amenaza los bosques tropicales.
Es también una grave amenaza para los ecosistemas acuáticos, como arroyos y ríos, que son contaminados con sedimentos densos y mercurio tóxico.
El mercurio se acumula en la cadena alimentaria acuática – aumentando en las plantas acuáticas, los animales, los peces pequeños y los depredadores más grandes – actualmente algunos pueblos amazónicos tienen en su torrente sanguineo 14 veces más mercurio que el nivel aceptado.
A medida que se expande la minería de oro, también lo hace su amenaza a los pueblos indígenas - como las tribus Yanomami del norte de Brasil, el pueblo Kayapo al sur de la Amazonia brasileña, y muchas otras tribus remotas de la Amazonía peruana.
Pocas áreas son seguras. Los mineros han invadido muchos parques y reservas indígenas amazónicas, cazando la fauna, corrompido los pueblos indígenas, propagando enfermedades infecciosas como el SIDA y la malaria, y asesinando guardaparques.
Hay algunos que llaman a la minería ilegal de oro a pequeña escala como 'artesanal' y relativamente benigna con el medio ambiente - pero no te dejes engañar.
El impacto en los bosques tropicales y los pueblos nativos como los de la Amazonia son graves y estan creciendo rápidamente.
Fuente:
Bill Laurance. ALERT conservation.
Traducido por Carol Garzón-López