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El canal de Panamá es una inmensa via interoceánica que conecta el mar caribe con el océano pacífico por el que han transitado mas de 700.000 barcos, desde su apertura en 1914, mide 80 kilometro de largo y tiene un ancho que va desde 91 hasta 300 metros. Considerado uno de los mayores logros de la ingeniería moderna, funciona por un sistema de esclusas que controla la entrada y salida de barcos y que actualmente esta en proceso de expansión.
Con esta expansión, proyectada para completarse en 2015, se espera aumentar la capacidad de trafico y las velocidad en las operaciones de transporte en el mundo. Y no solo cambiara el transporte de mercancía, también puede traer consecuencias para la naturaleza, ya que puede convertirse en una avenida de transporte para otras especies, especies invasoras, lo cual puede resultar en daños graves para los ambientes que las recibirán.
Las especies invasoras, pueden atravesar el canal en el agua que expulsan las esclusas al dar paso a los barcos o adheridos al barco. En un reciente estudio, publicado en la revista Diversity and Distributions, Jim R. Muirhead y colegas estimaron que el agua expulsada aumentaría en un 78% y el area de adherencia de especies a los barcos aumentaría tres veces (más barcos y más grandes).
Algunos investigadores, como Mark Torchin, ya han observado especies marinas que han sido introducidas en Panamá por este medio y ahora están estudiando que consecuencias tiene este proceso en los ecosistemas nativos.
La buena noticia es que aún se puede controlar este preocupante aumento en el paso de especies y prevenir invasiones y sus consecuencias para los ecosistemas.