Actualidad
El agua es uno de los insumos indispensables en la producción ganadera. Por ejemplo, el cuerpo de un bovino está compuesto, en promedio, de 50 % agua, y la leche que produce contiene hasta un 85 %.
La ganadería en Latinoamérica esta ubicada especialmente en áreas de ecosistemas secos, siendo entonces esta combinación agua y ganadería, uno de los principales determinantes del uso del suelo. Y en consecuencia, los ganaderos dependen del manejo adecuado del suelo y del agua (y sus fuentes), tanto para el abastecimiento de agua para el ganado como para la prestación de otros servicios ecosistémicos esenciales (pastos, aire, entre otros).
Los ecosistemas secos abarcan grandes áreas en Latinoamérica, e incluyen la famosa Patagonia argentina, el secano chileno, el chaco compartido por Brasil, Argentina Bolivia y Paraguay, los llanos orientales en Colombia y Venezuela y los bosques secos de Mexico, Colombia, Perú, entre otros.
En estos ecosistemas el ganado se concentra alrededor de las fuentes de agua, creando un gradiente de cambios en la vegetación y el suelo, lo cual se conoce como piosfera. Las zonas de piosfera pueden sufrir graves impactos como resultado de patrones de ganadería intensiva, lo cual puede resultar en daños a las fuentes de agua y a los ecosistemas secos en general, y por lo tanto, es indispensable identificar indicadores que faciliten la medición de este impacto, con el fin de informar estrategias que resulten en una ganadería sostenible y rentable para las comunidades.
Este es el objetivo que enmarca el estudio realizado por Verónica Chillo y colegas, y publicado recientemente en la revista Ecological Indicators. En su articulo, Chillo y colegas proponen y evalúan una nueva metodología que consiste en la estimación de la respuesta de las comunidades de especies animales y vegetales a varias intensidades de pastoreo. Al aplicar la metodología a una zona de ganadería en Desierto Monte (argentina) encontraron que las áreas de pastoreo intenso sufren mayores perdidas en la biodiversidad y degradación de la vegetación que en las zonas en las que hay rotación de ganado.
Este estudio, demuestra la importancia de la ciencia en la generación de metodologías que lleven a la formulación de estrategias para el manejo sostenible de sistemas productivos relevantes en la región como lo es la ganadería.